Con el desarrollo se espera que los autómatas trabajen en forma coordinada, sin intervención humana
Una investigación efectuada en la Universidad Iberoamericana, en la ciudad de México, apunta al desarrollo de tecnologías que permitirán fusionar la fuerza de varios robots para alcanzar objetivos comunes. Los expertos de esta casa de estudios se han basado en el comportamiento de ciertas especies animales que, al realizar tareas en equipo, elevan la eficacia de sus objetivos (como las hormigas al recolectar y transportar su alimento).
De acuerdo con los investigadores de la Ibero, la funcionalidad en el desarrollo de estos sistemas multi-agente podría impactar en el ámbito industrial, ya que varios robots móviles operarían áreas de logística al almacenar, clasificar o empaquetar productos, sustituyendo así a grupos de personas en actividades que resultan pesadas y monótonas. Otra posibilidad es emplear estas tecnologías en materia de seguridad, puesto que los agentes automatizados podrían vigilar áreas o perímetros específicos, realizar recorridos e intercambiar información entre éstos.
El doctor Eduardo Gamaliel Hernández Martínez, investigador de la Ibero, detalló que ante estas posibilidades en dicha casa de estudios se realizan investigaciones enfocadas al diseño de estrategias de coordinación, que permitirán la sinergia entre los robots. Un grupo de alumnos de licenciatura y posgrado en mecatrónica a su cargo ha logrado la coordinación de movimiento, como formaciones y marchas grupales de robots móviles con ruedas a las cuales les serán implementadas más funciones, por ejemplo, brazos robóticos.
Hernández Martínez explicó que para llegar al desarrollo del trabajo colaborativo entre agentes robóticos es necesaria la investigación multidisciplinaria. “Se requiere de investigación en áreas como la etología (una ciencia biológica que estudia las conductas de los seres vivos), electrónica, sistemas de comunicación, control de sistemas, entre otras. Ello para visualizar cómo es que las máquinas podrían imitar el comportamiento grupal de humanos o animales (como el caso de las hormigas)”.
Una vez que se han observado los comportamientos grupales de seres vivos sobre determinado trabajo, explicó el investigador de la Ibero, se diseña una red sensorial cuyo objetivo es que cada robot detecte la posición o proximidad, así como las acciones que realiza un agente similar, modelándose a través de una gráfica de comunicación.
Al terminar con el proceso comunicativo es necesaria la implementación de movimientos coordinados diseñados para tareas específicas, como desplazamiento, sujeción de piezas y evasión de obstáculos, por lo que es necesaria la investigación en materia de modelado y control de movimientos, cuyo desarrollo requiere de ecuaciones diferenciales y algoritmos para sistemas complejos. Finalmente la ingeniería mecatrónica diseña e implementa las estrategias de coordinación en cada robot para su máximo aprovechamiento.
La investigación a cargo del doctor Hernández Martínez se encuentra en la fase de coordinación de movimiento entre agentes robóticos, centrada en control de formación, control de marcha, transportación de objetos grandes, dispersión en áreas y detección de perímetros. El académico mencionó que actualmente se estudian matemáticamente gráficas de comunicación y el diseño de estrategias de coordinación basado en sistemas dinámicos.
Los expertos de la Ibero esperan extender esta investigación hacia aplicaciones concretas de diversos ramos industriales y de seguridad al mediano plazo.
Por Agencia ID
